Caminata Sabaneta - Pueblo Viejo (La Estrella) - Sabaneta

Fecha: sábado 2 de agosto de 2008


Asistentes: Luis Fernando Zuluaga Zuluaga, Carlos Alberto Olaya Betancur y Juan Fernando Echeverri Calle


Nombre: Arte, Civilidad, Democracia, Paisaje y hasta Milagros


Una mañana no muy alentadora, medio oscura, plomiza y húmeda por las insípidas lluvias caídas en las primeras horas del amanecer. El sol enruanado y con bufanda, dormía con un solo ojo y con el otro dejaba escapar unos tímidos rayos de luz, que no alcanzaban a calentar el ambiente.


Eran las 6:25 a. m. cuando en la estación San Javier abordé el vagón del medio de nuestro metro, para encontrarme con mis caminantes Luis Fernando Zuluaga Z. y Carlos A. Olaya B. en la estación Itagüí, para desde allí arrancar a pata tirada hasta el parque de Sabaneta, donde nos encontraríamos con nuestro novel caminante José María Ruiz Palacio, para iniciar un periplo con nuestro Libertador don Simón Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacio y Blanco; pero no me empujen mucho, que ya se dará cuenta el motivo del citado periplo.


En un santiamén y sin darme cuenta, estaba en la estación Itagüí. No me había apeado del vagón, cuando logré divisar por la ventanilla a nuestro caminante mayor Luis Fernando, quien, periódico El Colombiano en mano, y mirando a lado y lado las puertas del Metro parecía buscar mi presencia, y así era; ya que Zuluaguita es más cumplido que maestra estrenando puesto y que conste que sólo eran las 7:03 en mí descomunal reloj, cuando la cita de encuentro era para las 7:30 a. m. Es que para salir a gozar si se carga afán carajo.


Topados los amigos y confundidos en un abrazo, quedamos a la espera de Carlos Olaya, quien en pocos minutos estaba haciendo su aparición quedando así medio completos los amigos, y digo "medio completo", ya que para tristeza de todos, hoy no nos acompañaría Jorge Iván lobato Londoño y Maya, quien por compromisos familiares no podría asistir a ésta especial y corta caminata, la cual a cambio de kilómetros si tendría mucho de cultural.


Renovado el saludo, enfilamos tenis por la salida sur de la estación, rumbo a la regional vía Sabaneta para acabar de cumplir nuestro encuentro con José María Ruiz Palacio, cuando el alboroto, el gentío, los tacos en la vía, los camiones cargados de hermosos corceles, los borrachitos madrugadores y la bulla ensordecedora e inaguantable de los cornetas y pitos de los diferentes automotores a más de "cincuenta mil decibeles," ya que los muy tontos creen que con pitar se va a mover el taco, nos hicieron acelerar el paso para salir de allí antes de enloquecer.


Claro, estábamos en inicios de las feria de las flores y ya se adivinaba en el loco ambiente y en las notas musicales de aquel: "…si se quiere divertir Medellín, si se quiere enamorar Medellín, paraíso tropical, mujeres bellas gente cordial, me voy pa' allá, paisa seré y en Medellín me quedare…."

¡Que rico pero que pereza! mejor la tranquilidad, y así, sacándole el cuerpo a los carros, a la gente, a los vendedores que enfilaban sus mercancías y sus esperanzas de unos pesitos más en ésta feria, seguimos nuestro paso apresurado rumbo a Sabaneta, ese delicioso Municipio conocido como Vallecito del Encanto.


Llegados al pequeño pero hermoso parque de la localidad, donde se combinan la tranquilidad con el comercio y el turismo religioso, gracias a la devoción a María Auxiliadora, quien con santuario prestado y sin pagar arriendo al interior del templo de Santa Ana, se ha convertido en el mayor atractivo de Sabaneta y como por milagro, ha cambiado en domingo los días martes, cuando rumban los peregrinos a pedir sus favores o a agradecer por los recibidos.


Con paso lento nos acercamos los caminantes a un gran cubo hecho en geotextil verde, donde se encierra el motivo principal de nuestra visita a Sabaneta; la escultura del Bolívar civil, obra del gran maestro Herlán Agudelo Torres, quien ya está próximo a terminarla para ser entregada a la comunidad y al mundo bolivariano, el próximo 14 de agosto.


Cuando nos disponíamos a retirar una parte del geotextil, para dar una mirada al héroe inmortal, nos llamó la atención una figura inconfundible, que descansaba en una mesa de las ubicadas en un negocio cualquiera de los extremos del parque, era el maestro Herlán, quien con su brazo levantado nos saludaba desde lejos, luciendo su gorra o boina de color blanco, la cual dejar chorrear sobre sus hombros y espalda, sus cabellos canos medianamente largos, que como caireles se mecen ante el pausado hablar del Maestro, ese que fue capaz de sacar de una piedra fría, uniforme e inerte, al mismo Libertador Bolívar, pero bajo un género único y exclusivo en ésta pelota tierra: El Bolívar civil, sin armas y cargado de civilidad, de libertad y democracia.


No se hizo esperar el saludo con el maestro, ni tampoco el pedido de tintos, mientras el Olayita disparaba su cámara sin compasión sobre todo lo que veía, y el Zuluaga apuraba sus preguntas sobre el proyecto bolivariano que ya madura y que germinó en Sabaneta. Civilidad y Democracia.

En esas apareció José María "El Poeta", nuestro cuarto caminante, pero no venía vestido propiamente como para emprender una caminata, más bien como para una cita en la casa de la cultura o con el mismo alcalde; quien llegado a nosotros, pedía un tintico, mientras nos sorprendía con la noticia: "No puedo ir a caminar muchachos, ya que a mi computador lo afectó un virus y ya viene el técnico a repararlo," lo cual entendimos y aceptamos con desconsuelo.


Consumidas las calientes, humeantes y cafeinísticas bebidas, nos dirigimos todos rumbo al cubo en geotextil, el cual descubierto en una de sus caras por el maestro Herlán dejó ver en su interior, en medio de polvo, palos, tablas, herramientas, andamios y piedras, la imponente figura del Genio de la Gloría, acompañada por la exclamación de admiración de los caminantes.


Blanco, muy blanco. Firme, muy firme, sin sable ni espada, su mirada fija perdida en la distancia como reclamando su gloria. Su diestra apoyada sobre una columna tipo romano y sosteniendo en su mano los pergaminos con sus proclamas. En la izquierda caída y apoyada contra su cuerpo, la constitución firmemente aferrada a su cuerpo. Su ropaje, último toque que le queda al maestro para culminar su magna obra, muestra un Libertador civil, vestido a la usanza de la época, con su capa francesa sobre sus hombros, la cual cae por su espalda formando artísticos pliegues imposibles en el mármol, que parecen espirales sobre la misma fibra de la tela, mostrando la calidad y creatividad del maestro Herlán Agudelo Torres, quien con seguridad catapultará su obra, su fama y su misma gloria de artista, desde el mismo grito que ese mármol, hoy cobrado de vida, lanzara sobre Sabaneta y el mundo bolivariano el próximo 14 de Agosto, en sentido acto cuando sea involucrado a la historia del Municipio.


Civilidad y Democracia: Un Bolívar civil, obra encomendada al artista yarumaleño, afincado en Sabaneta Herlán Agudelo T., gracias al apoyo de la Sociedad de Mejoras Públicas, el Municipio y el Grupo Monarca y ante la iniciativa de su gestor, el Señor Fernando Flórez Álvarez, Secretario del Concejo y otros quijotes de la comunidad , de esos que en equipo se lanzan contra molinos de viento y bloques de mármol inamovibles, haciendo parte de ese equipo y entre otros, nuestro dilecto amigo y Caminante Todo Terreno, el poeta José María Ruiz Palacio, lo cual nos llena de orgullo.


Sabaneta, fundada en 1903 y erigido municipio en 1968, con 42.600 habitantes, ubicado a 14 kilómetros de Medellín y con tan sólo 15 Km2 de extensión, el más pequeño de los municipios colombianos, tiene la suficiente extensión y estatura, para ser dueño de paz, cultura, alto nivel de vida, una gran administración, sentido cívico y de libertad bolivariana; emprendió ésta obra, de querer sacar de un gran bloque de mármol calidad colombiana, traído de la Danta (Municipio de Sonsón), ese Bolívar único en su genero, con 2,20 centímetros de altura, arte pedestre en movimiento, para recordarle al mundo, que a pesar de los siglos, la gloria del héroe, ese Simón Macabeo de América y que siempre prefirió el título de ciudadano al de libertador, sigue creciendo "como crece la sombra cuando el sol declina."


Enterados de todos los pormenores de la obra, salimos los cinco amigos a buscar desayuno en una panadería y cafetería ubicada a escasos metro del parque, donde con chocolate caliente, arepa, huevos revueltos y pandequeso recargamos ánimos para emprender la caminata, mientras José María nos dibujaba en una servilleta, un mapa casi fotográfico, de la ruta a seguir.


Subiendo por una de las calles que enmarcan el parque y buscando la vereda San José, pasamos por Aves Marías, El Trapiche y en medio del saludo de los moradores, que casi nunca dejan pasar desapercibida la presencia de los caminantes, fuimos en medio de charlas, comentarios, admiraciones, recuerdos y descripciones saturados de historia, avanzando por una vía que se tornaba angosta; deterioraba su piso, se iba tornando en ascenso y el verdor aparecía poco a poco, de menos a más, para mostrarnos casitas campesinas de otrora, absorbidas por la modernidad, casas hermosas, otras menos, jardines con sus flores; bonitas portadas, los perros que salen a nuestro encuentro metiendo miedo y nada más, mientras la mañana fresca, muy fresca tiene síntomas de lluvia y nubes que cubren el sol, el cual se resiste a quitarse la ruana.


Fotos van y fotos vienen. Algunos pájaros en las arboledas, las imágenes de la virgen en sus diferentes advocaciones y hasta un San Judas Tadeo sin cabeza a borde del camino, es decir "el santo descarado" posiblemente gracias a la certera pedrada de algún ocioso que tampoco faltan y por encima de todo, nuestra alegría y nuestra amistad. Pronto estábamos en la vereda Pan de Azúcar, ya cerca a la variante al Municipio de Caldas, la cual fue cruzada por nosotros en el estadero Mozarella, después de haber recorrido un buen trecho empinado, para seguir por una carreterita en regular estado, con columpios a tramos , la cual nos llevó hasta la hermosas finca "Los Años Sesentas", la cual trajo a nosotros gratos recuerdos, ya que en la misma se le celebraron los primeros 60 añitos de vida a nuestro amigazo y rector de los caminantes: Luis Fernando Zuluaga Z. en medio de una celebración como para nunca olvidar.


Seguimos de largo, hasta llegar ahí cerca, a un vetusto y destartalado puente que cruza sobre nuestro río Medellín, el cual bajaba bastante crecido por las aguas caídas en la cordillera; desde donde dimos una última mirada a la casona de la finca, para tomarle una "vistica", mientras en mi interior exclamaba: Huyyy Sarita, ¿y quién la trapea?? Animosos y sin dejarla caer, con algunas gotas de inofensiva lluvia sobre nuestras espaldas, acometimos unas subidas que válgame Dios mío. En ella se vara un gato herrado y ayudado de un malacate. Hicimos la consabida parada para dar gusto a Zuluaguita con su cervecita y siga subiendo, que más allacito está el cielo.


Bonita la caminada, no se puede negar. Los tres estábamos turistiando, ya que poco o nada conocíamos por esos lares, los cuales ya pertenecían al Municipio de La Estrella, o pueblo de la Chinca, sin lugar a dudas, el más movido de Colombia; no propiamente por aquello de efectos o fenómenos telúricos, pero si por la gran cantidad de moteles que su suelo alberga, donde los amores fugaces o no fugaces, se ponen en fuga, para buscar un momento de intima felicidad.


En uno de sus estaderitos, donde arrimamos a pedir unas indicaciones, mientras saboreábamos algo para refrescar nuestros radiadores, no obstante lo agradable del clima, aprendimos que La estrella fue fundado en 1685, erigido municipio en 1833, tiene 58.000 habitantes y un motel por habitante cuadrado, regados en 35 Km2. su gentilicio es el de siderenses, se ubica a 16 kilómetros de Medellín y gracias a su topografía especial, donde parece que la montaña se arrodillara para dar paso al paisaje y a los caminos, se ha venido poblado y creciendo, con excelentes edificaciones y urbanizaciones, que le deparan un buen futuro urbanístico, como suplencia de esa tierra que ya se acabó en Medellín.


Que belleza de paisaje, saturado de casitas y vegetación saltona, montañas en todos los tamaños, matices y colores; que bonita caminada. Sabíamos que ya estábamos cerca de nuestro destino final en Pueblo Viejo, sólo nos faltaba llegar o mejor subir hasta la vereda La Bermejala, donde parecería que se levantó el piso para salir a trabajar y así se quedó levantado como 90 grados buscando el cielo. Pero como no hay loma que no termine ni bajada que no se aparezca, llegamos a la cima, para empezar a planear bajar, acompañados por el arrullo de la quebrada La Bermejala, desde un estratégico sitio desde el cual se divisaba Pueblo viejo, donde las casitas no parecen edificadas en un punto, sino tiradas como cuando se jugaba "turro" a pipo y cuarta.


En toda la entrada a Pueblo Viejo, ingresamos a la Agencia de Abarrotes Pueblo Viejo, donde pedimos las cervecitas para Zuluagar y Olayita, el suscrito su infaltable Mr. Tea, y así mientras degustábamos nuestras bebidas, observamos un gracioso afiche letrero que pendía del techo del local, consistente en una copa con el escudo del Atlético Nacional, el cual mostraba en su parte inferior la siguiente leyenda: "Traiga guaro, que copas es lo que hay." Nuestra risa fue sonora ante semejante maravilla, en honor al Rey de Copas, lo cual fue aprovechado por Polaroid Olaya, para sacarle una vistica para ser remitida especialmente al Lobato, nuestro caminante ausente, quien es hincha de radio del verde. Lo más gracioso del caso, es que la dueña del negocio, miraba para todo lado y preguntaba, dónde decía eso,…ya que como cosa rara, desconocía l tal maravilla publicitaria, colgando todo el día encima de su cabeza.


Reanudada nuestra marcha, por callejuelitas estrechas y en regular estado, casitas bien tenidas, aseadas y que asemejan un pesebre a mediados de enero a punto de ser desbaratado, cruzamos por el lado de una cancha de fútbol, para dirigirnos a la capilla de nuestra Señora de Chiquinquira, "La Chinca", patrona de Colombia.


Llegados a la citada capilla, pintada en colores fuertes, techos bajos y construcción sencilla, regentada en su calidad de párroco, si mal no recuerdo, por el padre Luis Alfonso o Luis Mariano o ambos, de quien se dice es carismático, hace exorcismos, sanaciones y posee dones especiales; ingresamos a la misma, la cual presentaba un buen número de feligreses en su interior, en la nave central la Virgen del Carmen y en el extremos izquierdo, una urna con puerta de vidrio, conteniendo un cuadro de "La Chinca" y en el ambiente, unos gritos, gemidos, llanto, chillidos o como se quiera decir, lo que nos hizo suponer que el padre Luis, estaba haciendo un exorcismo algún poseído del "patas" y de cuyo resultado esperaban afuera de la sacristía algunas personas.


En esas, se abre la puerta y sale una pareja con rostro de confundidos, mostrando él como susto y ella susto mezclado con alegría y lagrimones en sus ojos azules. Luego aparece una señora morena, llevando de las manos a un niño de unos 9 años, ayudándole a caminar, el cual lloraba a gritos, mientras llamaba a su madre; quien nos contó que su hijo, Santiago, había sido víctima de un maleficio en las piernas, el cual le originaba grandes dolores; que llevaba ocho días en la clínica sin poder caminar, sometido a todos los exámenes recomendados que no arrojaban nada, por lo cual decidieron traerlo desde Amaga a Las Estrella, donde el padre Luis, cuyas sanaciones son de fama y efectivamente, Santiago, salió caminando de la sacristía, ayudado y con dificultad, pero caminando. "Vete, tu fe te ha salvado."


Iniciamos nuestro regreso rumbo nuevamente a Sabaneta, el cual hicimos por los lados de Ancón y durante el mismo, pudimos observar el frenesí de la feria de las Flores. Subían y bajaban camiones con caballos para la "cagalgata" hoy denominada Paseo a Caballo, mucho parroquiano usando sombrero y ponchos alusivos a la feria, ambiente de fiesta, música alegría y todo por cuentas de "Antioqueño” que es el anfitrión, y todo eso sumado al premio que todo héroe se merece", para que después no nos quejemos de los borrachitos y de los efectos de la fiesta, pero que es feria y fiesta. Pan y circo, donde la cultura también se hace presente, pero a medidas gotas, por cada cerveza o por cada aguardiente, revueltico con aquello, que de dosis mínima o personal, pasa a cantidades industriales en los diferentes escenarios. ¡QUE VIVA LA FERIA CARAJO, QUE SUENE LA MUSICA YQUE NO FALTE EL GUARO, QUE COPAS ES LO' QUIAY!!


Sin darnos ni cuenta, transcurridas dos horas y media, estábamos ingresando nuevamente al parque de Sabaneta, donde divisamos al Maestro Herlán, quien en compañía de otro señor, a quien nos presentó como Garavito, estaban sentados en la misma mesa con el mismo café. Llegamos nosotros y nos sentamos a hablar de nuestra más corta caminata, mientras hacía aparición José María con el técnico en computadores y sentados en la misma mesa, con la misma cerveza o el mismo café, estuvimos conversando y contando experiencias y peripecias, quedando una frase de José María, como para enmarcar en los anales de Los Caminantes Todo Terreno cuando exclama: "He caminado con mucha gente, pero es que caminar con ustedes si es muy bueno."


Se despide Garavito, se despide el técnico, se despide el Maestro Herlán y quedamos los caminantes, quienes tuvimos oportunidad de saborear unas cervecitas, con la presencia de Bolívar a nuestras espaldas y en su verde encierro, la música del establecimiento, de todo nuestro gusto, el pregón de los vendedores de flores, de ponchos, de sombreros y el rumor de fiesta; hasta que llega Doña Gloria, la esposa del poeta José María e invitada de honor, a quien ya teníamos al gusto de haber conocido y tratado y ahí si, secado el último alientico de nuestras cervezas, salimos los cinco y por recomendación de José María, a almorzar al Restaurante Arepas al Carbón J y D. donde al ritmo oloroso de unos cañones y solomos, con papas a la francesa, ensalada y arepa, dimos gusto al cuerpo, para reposar el espíritu.


Despedidos los amigos, deshicimos pasos nuevamente hasta la estación Itagüí de nuestro metro, en medio del bullicio, y allí trepados en el mismo, luego de haber avanzado por un mar de gente, iniciamos el regreso a nuestros hogares, dándonos cuenta de la concurrencia al "Paseo a caballo", del cual nos enteramos estuvo organizado y sin dificultades y pudiendo observar ahí en la rivera del río, la aglomeración que ya presentaba Arrieros Mulas y Fondas, por lo cual me dije para mis adentros: Vean ustedes Sarita y Jerónimo, ¿venir aquí?? ni por el chiras; más bien vamos a un parque o a un centro comercial a montar en las maquinitas, carruseles, mataculines y columpios, mecatiar y pasar bien rico en familia, medio lejos del mundanal ruido.


Me disculpan amigos lectores, si los hay, éste remedo de crónica, pero es que ante la ausencia forzada de Jorge Iván Lobato Londoño y José María "Poeta" Ruiz, alguien la tenía que hacer y me tocó a mí a punta de dedocracia.


Chaito y hasta la próxima,



JUAN FERNANDO ECHEVERRI CALLE

3 comentarios:

Anónimo dijo...

JUANFER.Muy bien la "dedocracia"tus escritos siempre llevan la culturización y el fondo cultural lo llevas por génetica y no leiamos tus notas desde el 26 de Abril(Sta Fé-Sopetrán)bienvenida ésta aparición.
RUMU

Anónimo dijo...

HOMBRE MI QUERIDO Y ESTIMADO RUMU, DEFINITIVAMENTE VOS TE HAS CONVERTIDO EN EL HINCHANUMERO UNO Y FIEL DE LOS TODO TERRENO. TU SOLITARIA PRESENCIA CON ESTA NUEVA CRONICA HABLA POR SI SOLA, DICE MUCHO DE TU SEGUIMIENTO, ASI NO SE ENCUENTREN MAS ECOS A LA MISMA. ES MEJOR UN SENTIMIENTO DE CORAZON, QUE MIL DE LAPIZ Y PAPEL.

Anónimo dijo...

Ahi le va la mia don Juanfer, ya conversadito con Rumu y por buen caballero me se dio el puesto,pero ahi vamos de la mano los dos, verdad amigo, animanado a los Todo Terreno, mejor dicho no nos falta sino salir con pancarta y banda a recibirlos despues de cada caminata.
La estrella, la tierrita de mis abuelos los conejos, primos hermanos los dos, es que entre mas
primo mas me arrimo dice el dicho.
Juanfer muy amena y agradable tu cronica, vos tambien tenes el don de llevarnoas de tu pluma a recorrer camino, muy hermosas estas palabras al Libertado, sigue creciendo " como crece la somra cuanado el sol declina" y saber que estos desgraciados de Chavez y demas secuases, escudados en el
Libertador, se creen mas bolivarianos que el, necios, insensatos y locos de amarrar.

Felicitaciones Juanfer y traigan mas guaro que copa hay. Que viva
el NAL DE MIS AMORES.

Conejita.
Harrison, N.J.