Caminata El Trapiche (Girardota) - Donmatías
Fecha: sábado
Nombre: Belleza, paisaje con ruta de leche, maquila, fe y Esperanza
Así, sentaitos y sin hacer mucho espaviento, les quiero tirar éste trompo en l’uña, con ésta preguntica: ¿Qué municipio, fundado en 1787, con el nombre de San Andrés del Espinal por Don Antonio Mon y Velarde, a
Como ya es casi que un ritual sabatino, los caminantes
Allí, luego de ingerir un desayuno tipo vuelta de canela, en la cafetería "la cafetería" ahí en los bajos de la citada estación, consistente en café con leche acompañado de buñuelo nada estilizado, papa o empanada al gusto, nos dirigimos al acopio de los taxis colectivos, donde luego de negociar el valor del flete hasta el peaje “El trapiche”, abordamos un vehículo bastante bien tenido y conducido por un impecable piloto, no “chofer” que es otra cosa, quien fue felicitado por el aseo de su carro, ya que simple y llanamente relucía, además de la comodidad en que nos tocó tomar asientos, sin cargar a nadie y sin soportar el codo del vecino en las costillas, todo gracias al aporte que nos hizo Carlos “Polaroid” Olaya con su forzada ausencia, y así, a buena velocidad, autopista norte enfilada y tomando la doble calzada Bello Hatillo, que está quedando hermosa y funcional, con unos taludes bien trabajados y protegidos, para evitar esos derrumbes que suceden en Las Palmas , nos bajamos ahí en el peaje, para economizar el mismo al amable “piloto.”
Apeados en el sitió, y luego de caminar unos
Por una carretera estrecha, bien pavimentada, empinada y mostrando “desde el desayuno” lo que sería la patoniada, fuimos avanzando sobre un terreno mojado por las lluvias constantes, las cuales ya exceden todo límite y que vamos a llevar ante una oficina de reclamos; no obstante haber escampado y así con un cielo totalmente oscuro, un ambiente nublado y frío, reparábamos los chagualos, pinos, yarumos, chingalé, araucarias, eucaliptos y otras especies que servían de escuderos a nuestra marcha.
Estábamos sobre
Pronto se nos acabó el pavimento del camino, el cual ya venía mostrando cierto deterioro, así como un marco a lado y lado, de pequeños arroyos arrastrando aguas aparentemente “negras”, lo cual llamó poderosamente nuestra atención, ya que es algo que contribuye a la contaminación ambiental y que no tiene razón de ser.
Todavía en
Pasado este derrumbe, tomamos nuevamente el pantanoso camino lavado por las constantes lluvias de un invierno que no culmina, sacándonos de nuestro rítmico caminar, la belleza de las flores y del paisaje, el cual poco a poco fue despertando al sol que ya calentaba, el plomizo cielo que se llenaba de azul.
Comentario va, comentario viene, admiración, fotos de la cámara de Josema, quien las toma por generación espontánea sin fallar un trazo. Casitas campesinas, el humo de los fogones que se enrosca sobre el paisaje, algunos arroyos cantarinos, cultivos de maíz, cebolla junca, papa y bosques naturales, además de cuadrillas de obreros que bajaban por la trocha, con palas y azadones al hombro, para ayudar a despejar el derrumbe dejado abajo, para que los carritos de sus patrones puedan continuar su marcha, así ellos poco importen.
Sobre las curvas del camino, convertidos en improvisados miradores, el paisaje se repetía continuamente a nuestra mano derecha. La panorámica de Girardota, como inamovible y repetida, con sus fábricas e industrias vomitando su negro humo contra el cielo y en primer plano a la distancia, el río Medellín crecido, con sus aguas de color marrón amarillento, las cuales desbordadas de su cauce, inundaban los pastizales donde se levanta normalmente ganado vacuno, borrando sus meandros de un solo corrientazo y cambiando el paisaje en inmensas lagunas. ¡Ufff carajo si hemos subido!!
Ascensos, bajadas, columpios que quieren mecer o mejor moler el físico de los caminantes y de pronto…., de una de aquellas fincas, tres perros que en desbandada y ladrando nos quieren amedrentar y cerrar el paso, llamando nuestra atención, uno de color amarillento, medio labrador criollo o criollo con nada, cuya dentadura mostraba dos inmensos colmillos, cual jabalí de “La Perrilla”, metiendo algún miedo a los caminantes, ya que ese animal, en lugar de morder, debía de embestir y ahí la cosa si se pone complicada.
Doce del día, el infaltable Ave María encabezado por el Lobato Jorge Iván e iluminado por el “monito Jaramillo” que ahora si sabía para que eran sus parrillas en alto, pero sin hacernos daño; no obstante a estas alturas, el Zuluaguita reclama con insistencia su “cervecita”, la cual estaba como esquiva, como esquivas eran las fondas y las tiendas; no obstante como no hay deuda que no se cumpla ni cervecita que no aparezca, también llegó el turno de refrescarnos, ahí al ingreso de la vereda de las ánimas.
Santuarios, capilla, más casitas, más cultivos, pájaros, humo en los techitos; campesinos y pantano y al frente, un camino que se empinaba como queriendo calcular las doce del día ya pasadas, sobre el azul firmamento que cada vez y a cada instante más se despejaba, mostrando un paisaje que si bien se iluminaba, poco cambiaba, ya que Girardota allá abajo, nos seguía acompañando sin dársele nada.
La imagen hermosa y humanamente animal, fue el haber encontrado en el camino, un campesino que arriaba su vaca holstein, negra lucero y a su lado un ternerito, exactamente igual a su madre, el cual tambaleándose seguía a su progenitora y que sólo contaba con tres horas de nacido, pero que tenía la suficiente autonomía y fortaleza para quererse separar de su dueño y de la vaca y pasarse por un alambrado, recordándonos lo débil que es el hombre, sin lugar a dudas, “el animal” más indefenso de la creación.
Hasta tiempo se sacó para recordar y felicitar a Doña Lalita Zuluaga de Zuluaga, madre de Luis Fernando, Doña Nubia Maya de Londoño, madre de Jorge Iván y a Doña Alicia Betancur de Olaya, madre del Carlitos, quienes estuvieron de cumpleaños en agosto 28 y 29.
Bonita, muy bonita la caminata y exigente por los ascensos, los cuales estaban haciendo de la suyas sobre la humanidad de JoseMa, pero como el camino tiene principio y tiene fin; ¡coronamos!! fue la exclamación del Zuluaguita de “Triana”, quien con su derecha levantada y su índice de frente sobre el paisaje, nos mostraba allá en el horizonte, las rojizas construcciones de Donmatías y las torres de su iglesia.
Todo fue pan comido y así pisoteando el mismo empedrado y pantanoso camino, asimilando y admirando el hermoso paisaje, con sus hatos de ganado lechero de la raza holstein y bajo ese sol generoso con sus rayos y su calor, nada fatigante, entramos a
Eran las
Igualmente se cuenta con el busto de Francisco Eladio Barrera, pero nos extraña, salvo error, omisión o desconocimiento, no ver un busto en homenaje al profesor Luis López de Mesa, hijo preclaro de Donmatías, aunque la casa de la cultura si lleva su nombre.
Saliendo del hermoso templo, nos dirigimos a la oficina de transportes, donde hasta tiquetes para el metro se venden, dado que de esta localidad se desplaza mucha gente a Medellín y viceversa y hacen la conexión con el mismo; donde muy amablemente se nos reservaron pasajes para las
Y así tranquilos y sin afanes, mientras admirábamos los edificios de tres, cuatro y cinco pisos, la infraestructura hotelera y turística, la industria instalada, las hermosas casas del parque, floridos balcones y las lindas mujeres , nos dirigimos al Restaurante Ferchos, donde atendido como lo que somos: Unos príncipes, nos sentamos a manteles, para devorar cuatro platos consistentes en sopas de guineo, arvejas, rollo de carne, sobrebarriga, arroz, arepa, tajada de plátano, ensalada, cerveza, avena, claro de mazamorra, todo repartido al gusto y a unos precios muy cómodos.
Llenitos, agradecidos y medio pesados por las viandas consumidas, con paso lento, volvimos a la oficina de transportes, para reclamar los pasajes, dar una última mirada al parque y a sus alrededores, admirar las mujeres de éste pueblo con pinta de ciudad y gran potencial turístico, donde se ofrece la represa de Río Grande II, el sendero ecológico mirador de la torre, la Casa de la Cultura, el Cerro Cristo rey, Puente Bolívar o de los Leones, el Puente de Zea, los talleres de confección, la reserva natural Los Salados, trapiches paneleros, Capilla de San Andrés y otras atracciones más, que hacen de Donmatías, un lugar especial en la ruta de la leche.
Abordamos una hermosa buseta, “enrazada en bus” , de color blanco y verde, placas TDH502 de
11 comentarios:
JUANFER,no estás en el pulpito,estás en la cúspide de la narración e investigación.!Que ilustración¡otra obra maestra,como todas las tuyas.Con esta lectura conocí mas a Don Matias y tus apuntes ejemplarizantes.!Té sobráste¡
Los CTT siempre serán ganadores le ganan a todas las adversidades para ilustrarnos con detalles sus recorridos.
RUMU.
De acuerdo con Roberto: muy buen trabajo de investigación sobre el pueblo y un magnifico testimonio de la patoniada. Me hubiera guustado un poco más desemenuzado el menú del almuerzo, pero no importa. Debe ser por la hora - 1:05- y yo sin almorzar! Felicitaciones, Juanfer. Muy buena crónica. Hasta tengo pantano en los tenis!
Mil gracias a RUMU y a ELBACE por sus mensajes y su fidelidad con nuestro blog y por leer nuestras crónicas; de verdad hay que estar reconocidos con ellos.-
No importa mucho la calidad, pero si la calidad, porque "obras son amores y no buenas razones".
Hablaré con el Editor, a quien creo me va tocar torcerle la cuchara, para que corrija unos defecticos que quedaron en la misma.
"¿PARA QUE QUEREMOS UN MEDIO AMBIENTE, PUDIENDO TENER UN AMBIENTE ENTERO??"
UN ABRAZO,
JUANFER
Si Juancho; te quedó la crónica como para que reclamés indulgencias plenarias a Monseñor Builes. Hasta doña Lucero y su niño te lo agradecerán.
JoséM.
Muy buena la crónica. Me da nostalgia cuando leo aquellas en las cuales no participo. Por las fotos de los derrumbes, podría pensar que es una extensión de la caminada anterior; pero el exhuberante paisaje de LA RUTA LECHERA nos muestra una tierra muy firme que no llegará a derrumbarse como la de Amagá. El almuerzo de la foto, hace que a uno le de hambre. Las niñas, divinas!. A Juancho se le cumplió el sueño de subir al púlpito; sólo faltaron feligreses a quienes regañar, porque obispo que no regañe, que devuelva el báculo y la mitra. Finalmente, estas crónicas de Juancho con su enfoque histórico y geográfico, nos ilustran sobre nuestra tierra paisa y nos despierta las ganas de salir a recorrer los caminos.
Felicitaciones,
Olaya
Juanfer, abrochate bien que se te va a salir toda esa inspiración que llevas y esa descriptiva tan fluída y cercana a la realidad.
Excelente crónica.
JUANFER,te complemento el nombre de Donmatias se debe a DON MATIAS JARAMILLO,un hombre que poseía un rico establecimiento minero,donde se encuentra ahora la población.
RUMU
Mil gracias a Roberto, Olayita, Josema, el Lobato, Elbacé por sus comentarios. UNTIL HERE, OUR MENSAJE FOR MR. KIRK IN E.U.
Hello Kirk!!!
The All terrains Walkers are waiting fdor you in Colombia, our beautiful country. We want you to walk with us in our montains and valleys.
We wait for you soon.Sincerely,
THE ALL TERRAIN WALKERS
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THE ALL TERRAIN WALKERS
Corone la meta que me habia propuesto, recorrer todos los caminos que mis queridos amigos los
Caminantes Todo Terreno apunta de
"hurras" en todas sus cronicas,nos
invitan a disfrutar del paiseaje
ademas de la geografia e historia de la tierrita amada en donde a
Dios gracias por primer vez vieron
mis ojos la luz. Y digo "HURRAS"
por que eso es cada cronica escrita por ustedes, pues desde que se comienzan a leer ya no se puede parar, cada palabra escrita inyecta ese animo para pasar a la siguiente hasta llegar al final de estas y quedar completamente impregnados de la belleza de nuestra tierra.
Juanfer, estabas describiendo la belleza del paisaje y el final cerraste con estas sabias palabras:
Imposible describir sin profanar la belleza de quien todo lo ha creado con su pincel inmortal.
Gracias a Dios, que tenia en nues-
tros destinos un dia encontrarnos
y juntar nuestros caminos.
Conejita.
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