Caminata La Unión - El Cármen de Viboral

Amanecer frío y lluvioso este sábado 17 de Enero de 2009… Bueno, de todos modos compromiso es compromiso y hay que madrugar a caminar. Pienso en Olaya… Debe estar dándose vueltas en la cama y cavilando el levantarse o no.

A las 6.10 a. m. estamos en la terminal del sur y preciso; falta Olaya. La semana anterior no nos acompañó por asuntos familiares, pero nos prometió que a ésta si no faltaba. Sobre las 6.15 llega con una sonrisa de oreja a oreja y con cara de colchoneta todavía. Se toma un tinto mientras compramos los tiquetes para el municipio de La Unión; un bello Municipio del Oriente Antioqueño, cuya distancia de la Ciudad de Medellín es de 56 Kilómetros, la cabecera Municipal esta a 2.500 MSNM y cuenta con una temperatura promedio de 13º C. Su extensión es de 198 KM2 de los cuales 136 están en clima frío y lo restantes en clima medio.

A las 6.20 a.m., luego de un solitario tinto para mañanas frías, arrancamos raudos en una buseta de Transportes Unidos La Ceja y en 1,40 horas, después de ascender por Las Palmas al valle de San Nicolás y pasar de lado a lado por el hermoso vallecito de La Ceja, estamos desembarcando en la fría plaza del pueblo en medio de una lloviznita menuda y pertinaz que nos acompañaría casi durante todo el día.

De inmediato se destacan tres puntos de referencia en el amplio y limpio parque del municipio: La iglesia principal, una hermosa capillita al otro lado del parque que estaba cerrada y la Casa Consistorial o alcaldía. Lo primero es lo primero; entramos al templo en semipenumbra y luego de dar las gracias al arquitecto del Universo por el diario transcurrir, admiramos extasiados la filigrana y la exquisitez del templo que muestra unos acabados en maderas diferentes con incrustaciones y tallas combinadas de manera admirable.

Fuimos luego a la Casa Consistorial en la que funciona la Alcaldía Municipal y otras dependencias y de nuevo nos encontramos con la madera trabajada por maestros; puertas coloniales, contrapuertas en una filigrana de arabescos magistrales, pasamanos de escaleras bien tallados y pulidos y unos balcones interiores amables, igual que las personas que se encontraban en el lugar a esa hora laborando. Ahí nos dieron algunos datos generales del municipio:


La Unión es un municipio localizado en la subregión Oriente del departamento. Limita por el norte con los municipios de La Ceja y El Carmen de Viboral, por el este con El Carmen de Viboral, por el sur con los municipios de Sonsón y Abejorral y por el oeste con el municipio de La Ceja. La Unión surge como otro de los distritos de la región oriental de Antioquia que aparece como efecto de la colonización espontánea de toda esta zona centro oriental de Antioquia. Otros distritos como Abejorral, La Ceja y Sonsón surgieron del mismo modo, todo ello durante el siglo XVIII.

El año 1778 se considera el año oficial de la fundación de esta localidad, pues fue entonces cuando los fundadores alzaron el primer caserío en sus propios terrenos. Inicialmente lo bautizaron Vallejuelo.

En el año de 1877 el gobierno de Antioquia creó el distrito de La Unión, compuesto por fracciones de terrenos de las localidades de La Ceja y Carmen de Viboral. Posteriormente sería despojado de esta categoría, pero, en 1886, comenzó a crearse una corriente de opinión de los habitantes y de varios personajes influyentes de las zonas circundantes, a favor de la existencia del distrito, especialmente por ser parte del camino más corto para dirigirse a los departamentos de Tolima y Cundinamarca.

Sólo hasta 1911, y conjuntamente con otras jurisdicciones, se creó nuevamente el municipio de La Unión.

De la hermosa Casa Consistorial salimos a buscar desayuno con los datos que nos dio una amable señora que nos había servido de guía en nuestro recorrido por la casa de gobierno; lamentablemente el lugar que nos recomendó estaba cerrado y nos tocó buscar algún otro porque el que conocíamos de tiempo atrás, también estaba cerrado. No metimos a una cafetería en la que una gran Greca muy antigua humeaba y las empanadas y buñuelos de la vitrina de la puerta le hacían la segunda invitándonos a la primera curva del día. Salen 5 cafés calientes al vapor junto a 5 buñuelos, 5 empanadas en primera instancia que desaparecen del mapa rapidísimo y son reemplazados por otras empanadas y unos cruasanes esponjosos que completaron el asunto.

Con los motores calienticos tomamos la ruta que nos señalaba una valla en la que se nos notificaba que estábamos a 19 kms del Carmen de Viboral, nuestro destino. A pocos pasos se abre el paisaje rural de un verde intenso en diferentes matices dados por la vegetación circundante en la que campean potreros para ganados de leche, cultivos de pan coger alrededor del as casitas campesinas que alegran el paisaje aquí y allá; cultivos industrializados de flores que se distinguen por los cobertizos cubiertos de malla y plástico de invernadero y grandes extensiones de tierra sembradas de papa la mayoría y otras hortalizas y legumbres en diferentes etapas de crecimiento.

Por la carreterita en regular estado, se mueven tractores agrícolas que sirven incluso para remolcar un tráiler cargado con tanques de leche o bultos de papa, cajas de flores o canastas de hortalizas y campesinos de a pie, en bicicletas y muchos en motocicletas que desplazaron a los caballares de los que pocos ya se ven. Un detalle significativo es que por lo menos por este sector por el que caminamos, los hatos ganaderos han reemplazado los cultivos de papa de otras épocas y la colonización con las fincas de recreo van en aumento, cambiando la vocación de la tierra y las costumbres campesinas. Lo que si no quiere cambiar es el modo en que se controlan las plagas de los cultivos; sigue imperando la fumigación con venenos supuestamente inofensivos para el hombre, pero otra cosas dice el organismo que de inmediato rechaza esos olores y vapores emanados por las bombas de aspersión.

Por poco nos desviamos de la ruta por ir enfrascados en quien sabe que tema y si no aparece la Milagrosa guiando un tractor que remolcaba un tráiler cargado de bultos de papa, el recorrido se hubiera aumentado en unos 5 o 6 kms. Regresamos al camino perdido y por entre pastizales llenos de vacas Holstein, algunos caprinos y sembrados de papa pronto llegamos al Corregimiento La Madera, ya en terrenos del municipio de Carmen de Viboral.

En medio de una llovizna permanente y con amagos de torrencial que afortunadamente fueron conjurados por las rogativas del Lobato a su tocaya, empezamos el ascenso por entre la niebla al alto o cerro de La Madera, ruta que merece especial atención por la vocación turística dada la profusión de miradores hacia el vallecito que acabábamos de dejar y desde donde el espectáculo es majestuoso por lo variado del paisaje.

Pasado el alto en medio de charlas y discusiones sobre lo divino y lo humano, se abrió ante nosotros otro paisaje de ensueño: La vereda La Chapa de El Carmen de Viboral, asentada en un recodo del valle de San Nicolás que desde allí arriba parecía una colcha de retazos de diferentes tonos de verdes de los sembrados y ocres de la tierra preparada para la siembra; también por los cultivos de flores industrializados en invernaderos. A nuestra izquierda y muy abajo, también se veía ya el pueblo detrás de la montaña y bajo la lluvia. A nuestras espaldas estaba la cicatriz de un enorme derrumbe ya curándose, lo que nos hizo reflexionar en los riesgos del camino.

Un calvario sin nombre nos sirvió para hacerles un homenaje, oración incluida, a los campesinos muertos por una violencia sin razón y lo hicimos a nombre del Campesino Desconocido. Un poco más adelante en otro pequeño derrumbe con cara de cantera para materiales de construcción, una gran laja de piedra estorbaba el camino, por lo que entre todos, menos el fotógrafo encargado de perpetuar el instante, dieron vuelta y orillaron el estorbo. Cumplida la buena acción del día continuamos caminando hacia abajo.

El camino de descenso al valle de La Chapa es sinuoso, pero la contemplación del entorno y de la lejanía lo hace pleno de disfrute y alegría. Perros que ladran, campesinos que saludan amables, algunos baches pantanosos en la vía y de pronto una motocicleta pasa rauda pitando su saludo. Luego un camioncito cargado rezonga en la bajada y al pasar a nuestro lado vemos que va cargado de bultos de Zanahorias… De inmediato nos acordamos de una amiga lejana y Lobato salió corriendo detrás del carro gritándole al conductor que nos regalara unas cuantas para mandárselas a nuestra Oryctolagus cuniculus). No se logró en objetivo pero de todos modos le deseamos a nuestra amiga que se encontrara bien provista de la deliciosa hortaliza en la tierra de Bugs Bonny.

Ya vamos llegando, nos decíamos y camine; la lluvia arreció un poco, pero en un recodo encontramos la fonda “Las Partidas” y ahí esperamos que amainara un poco mientras descansábamos y tomábamos un refresco.

De allí al pueblo era poco el trayecto y pronto estábamos recorriendo el hermoso “Bulevar de la Loza”; homenaje y reconocimiento a la vocación de todo un pueblo dedicado al trabajo de la cerámica de mesa puesta. Las paredes, los andenes, los balcones; todo está forrado, incrustado, salpicado de platos, pocillos, tazas que forman un mosaico de belleza sin igual. Ya en el parque resaltan los balcones bien conservados y la iglesia de corte moderno y embellecida con hermosos vitrales que le dan iluminación natural durante buena parte del día.

Entramos como es costumbre a la iglesia y de ahí buscamos el restaurante “La Frisolera” en donde almorzamos juiciosos. Terminamos nuestro periplo yendo a la terminal de transporte en donde abordamos una buseta que como dice Olaya: ” En un abrir y cerrar de ojos” nos puso en Medellín.

Hasta la próxima rumbo a Morro Gil…

José M.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

José M,los poetas siempre tienen sabiduría y ésta no te faltó para darnos otra lección de lo que tenemos en nuestra querida tierra y otra de las funciones que cumplen es ese acercamiento con la naturaleza,que se camuflan en ella sin importárles las adversidades del tiempo.Lobato,seguramente,la Coneja tendrá en cuenta tu detalle,vale la intención.Suerte CTT.
RUMU.

Anónimo dijo...

Querido poeta, que derrroche de palabras para empaparnos de la belleza de nuestra tierra, su arquitectura sus paisajes y gentes,
gracias por las clases de geigrafia e historia, poniendonos al tanto de como se crearon tan bellas regiones de nuestra amada Antioquia. Preciosas fotografias,
hermosos paisajes y ni que decir la hermosa iglesia y Casa Consisto
rial, muy hermoso gesto de todos
retirar del camino aquella piedra,
siempre haciendo buenas obras para colaborar con la belleza del paisaje.Lobatico, gracias por el detalle de salir corriendo por
tratar de conseguirme unas zanahorias, gracias Dios no te fuiste al piso y tambien gracias por recordarme en esos momentos, la intencion es lo que cuenta, Josema ese nombrecito oryctulagus cuniculus, esta tan largo como complejo, mejor coneja. Hermosos
detalles en ceramica cubren el boulevard del Carmen de Viboral, segurito ahi fue parar el plato aquel en que me envio el Lobato los frijoles.
Graciaa Caminates amigos por recorrer caminos y dejarnos vivirlos atravez de sus amenas
cronicas y fotografias.

Conejita.

.

Elbacé Restrepo dijo...

Josema,
Gracias por darnos una cátedra amena de historia y geografía. Esa manera de contar instruye mientras agrada. Muy buena crónica y excelentes fotos. No pasan desapercibidas las críticas a los nuevos pasos de animal grande que amenazan, y de hecho logran desplazar las costumbres más arraigadas de nuestros campos. Mil felicitaciones y perdón por la demora. En todo caso es con todo mi cariño.

Anónimo dijo...

Amigos TTT.TT.T:
¡Qué envidia sentí haciendo ese recorrido con ustedes de manera teórica y no en el pantano!
La Unión es uno de los municipios más hermosos y si el mismo día se junta con El Carmen, la cosa es como para cortocircuito; ya les había comentado: Cornare debe tener la lista y detalles de muchas rutas parecidas a las de ustedes, pues durante un tiempo promovió concurso anual del "Camino más lindo" y por lo general ganaba El Carmen.

Jorge Iván dijo...

Jorge Iván publica el siguiente comentario que recibimos vía correo electrónico:

Para los caminantes TT:

Pocos como ustedes disfrutan y aprecian tanto la vida como para caminar fogosamente de cara al sol, bajo la retozona lluvia, contra el afectivo viento que de frente abraza, cordillera arriba con el animo de descubrir un imponente y
amplio paisaje... el más preciado de los regalos para aquellos que se aventuran a descubrir que el único vehículo que nos lleva a donde deseemos es el famoso Doch (Dodge)... el doch...patas!

Ustedes como pocos no solo dejan huella en el camino... hacen su propio camino!

Con admiración

Geronimo Zapata Correa "GeroZetaCe"
María Adelaida Zuluaga Montoya

Jorge Iván dijo...

Como siempre Josema nos recrea con sus crónicas y en ésta, por su hermosura, no podía faltar su inspiracion que a veces nos lleva por senderos de poesía.

Anónimo dijo...

Caballero Lobato y estimados Caminantes, que risa y alegria me dio el comentario sobre el camion que tenia las zanahorias...
Mi nombre es David, soy el sobrino de la Conejita, y ella me esta mostrando el mundo lindo quetienen todos ustedes aqui en Caminantes...
Hace poco comence a ver sus historias y wow! que bacanas, me faltan todabia bastantes historias anteriores por leer.

Felicitaciones a todos ustedes y estan muy bien escritos sus relatos...

Saludes desde Gaineville, Florida.

Suerte.