UN LIENZO ENMARCADO EN SIETECUEROS Y BELLEZA, PARA LUIS FERNANDO MUNERA LOPEZ

Caminata Santo Domingo - San Roque.

Caminantes:

Luis Fernando Zuluaga

José M. Ruiz

Juan Fernando Echeverri

Bajábamos rumbo a Medellín, los tres caminantes y amigos a bordo de una buseta de Coopetransa, un poco cansados pero felices con esta nueva experiencia y esta hermosa caminata que habíamos culminado en el municipio de San Roque, llamado el “Embrujo de las Aguas Cristalinas”, hermoso y apacible poblado que no conocíamos ninguno de los tres, es decir, otro más para nuestro morral.

Comentario va, comentario viene, admiración por el paisaje, que la iglesia que la gente, cuando por allá casi que a la altura de Porce, sonó el celular de Josema, quien presuroso procedió a responder: ¡Alo!! Hola Elbacé… ¿Cómo estás? No fregues, ¿LuisMú? Que vaina carajo, como quien dice delicado el asunto… Si… claro… no… ya casi llegamos… sí… Nos mantenés informados y colgó.

Muchachos, que a LuisMú, lo tuvieron que volver a hospitalizar y lo tienen que operar, ya que el asunto parece delicado… ”No hablamos más, ni una sola palabra” como en el duelo del mayoral, ya que la tristeza y la preocupación se apoderó de nosotros, dañando la felicidad y satisfacción que traíamos ante el recorrido que habíamos hecho desde Santo Domingo a San Roque.

Efectivamente nuestro gran amigo, decano, contertulio, ejemplo de vida y caminante ocasional, había recaído en unas dolencias gástricas que se le manifestaron a principios de la semana, debiendo ser hospitalizado. Me refiero a Luis Fernando Múnera López (LuisMú), a quien quiero o mejor queremos dedicar lo vivido en la caminata y toda la hermosura en ella reflejada, como “un lienzo enmarcado en sietecueros y belleza”. Paren bolas pues y no me hagan mucho tropel:

En un hermosa mañana que se dejaba descargar sobre el Valle del Aburrá, con unas montañas límpidas, un cielo azulosamente tímido y un sol que desparramaba sus brazos, sus rayos y su leve calor para resaltar la vida sobre la vida, siendo las 6.00 am. y luego de haber tomado café en un negocito cualquiera de la Terminal del Norte, iniciamos viaje repetido hacia “La Cuna del Costumbrismo”, el municipio de Santo Domingo.

En un dos por tres y a buena velocidad, gracias a la carretera en buen estado, al veranito y a la pericia del conductor, bien” apachurrados” en una cómoda buseta de Coopetransa, ingresamos a la patria chica del Maestro Tomás Carrasquilla. No sentimos el viaje, no obstante el suscrito, había metido en el morral unas cinco o seis bolsas plásticas de buen tamaño y en buen estado por si las moscas, es decir, por si la devolución del servicio, ya que al perro sólo lo operan una vez.

En medio de parroquianos que no escatiman el saludo, de toldos de mercado, bullicio alegre y excelente clima, caminamos hacia la iglesia de Santo Domingo, para dar gracias al Gran Arquitecto mediante elementales oracioncitas, de esas que salen de adentro y se elevan solas a su destino.

Volvimos nuestros pasos bajo el clic de la cámara de Chema y la siempre alegría del Zuluaga, para cruzar por un costado del parque, repasando la fuente de los perros, las casas con sus hermosos balcones floridos, el mercado, la casa donde nación Don Tomás Carrasquilla, hoy sometida a una lenta y desesperante restauración, dado que será “Casa de la Cultura”. Hágale que es fiesta mijitos, allí está el Restaurante Doña Rosa, para donde nuestros cayados salen solitos y donde ya somos clientes fijos para el desayuno.

Atendidos como verdaderos reyes, pronto estábamos frente a tres “alegres” platos sin tigres, con huevo revuelto, arepa, mantequilla, quesito, porción de frisoles, chorizo, quesito y taza de chocolate para Chema y Juanfer. Lo mismo para Zuluaga pero con porción de hígado.

Pelea de “Uribe con Senador del Polo”, ya que no dieron un brinco los citados alimentos, esos que agradecidos recibimos y muy merecidamente.

Pagamos la cuenta y en medio de suspiros y uno que otro disimulado eructo, salimos por la calle 17 hacia abajo. Empinada la endiablada, con decirles que se rueda una gelatina, la cual nos fue llevando hacia una iglesia que se divisaba allá abajo, la misma que al llegar a ella nos sorprendió por su belleza, quedando a merced de la cámara de nuestro fotógrafo.

Estaba cerrada. Se ve algo abandonada, lo cual resalta más, gracias a una fea y peligrosa grieta que cruza en forma casi vertical su frontis, desde la base de la torre, hasta el arco de la puerta principal, el cual ya se encuentra partido.

Indagamos a una señora por el nombre de la iglesia o capilla y no nos supo decir. Luego a un señor y nada. A dos señores que venían a caballo y menos. No friegue pues, que desespero y piedra la que nos da ante la ignorancia y desinterés de la gente por sus cosas y esa falta de sentido de pertenencia.

En esas, una señora que hacía aseo a su casaquinta, ahí junto a la iglesia y que tiene en su jardín los curazaos o veraneras con las flores más hermosas y grandes que hemos visto de esa especie, luego de saludarnos nos dijo, que era la Iglesia del Corazón de Jesús. Que no sabía cuántos años tenía, pero que eran bastantes ya que siempre la había conocido.

Asintió sobre lo descuidada que se encuentra, manifestando que a la gente no le gusta colaborar y que el Padre poco se preocupa por arreglarla. (Sí Padre, no la arregle y verá que se le cae…pero si la arregla: ¿Entonces para que pide?, pensé para mis adentros).

Seguimos nuestra marcha rumbo al Municipio de San Roque nuestro destino predefinido, por carretera destapada. Casitas a lado y lado con sus hermosos jardines, Unas bien tenidas, otra no tanto, llamando nuestra atención una que está para la venta, la propia como para disfrutar la jubilación coincidimos Chema y Juanfer.

A un ritmo fino, “mezcla de paso de perseguido y decano historiador”, devoramos el empedrado que maltrataba nuestros pies, debido a la piedra gruesa y suelta del camino, ese que a cada paso nos internaba hacia un paisaje que se extendía hacia el horizonte, ya que allí no hay alta montaña.

Cadenas de colinas que dejan ver toda la hermosura del paisaje, enmarcado a lado y lado del camino por la presencia de sietecueros en flor y árboles de guayaba repletos del delicioso fruto maduro, el cual hizo las revivir las pueriles delicias infantiles de los caminantes. Arriba el cielo impecable y un sol generoso, hacían del entorno un conjunto admirable a nuestros ojos.

Algunos pájaros revoloteaban a nuestro paso, los primeras fuentecitas de agua cristalina, pequeños bosquecillos de naturaleza nativa con maderables a la vista, potreros bonitos para el levante de ganado y seguidilla de casitas campesinas con sabor a nostalgia y a pasado, que parecían recostadas a la vera del camino esperando quien escuche sus quejas y sus historias idas.

Así, fuimos poco a poco tragándonos toda la extensión del camino empedrado y matador en la vereda El Rayo y mientras más avanzábamos, más bajo era el relieve, ese que generosamente daba vista y paso a nuestros ojos, para admirar tanta belleza.

Niñitos en la vía que recibían bombombunes de manos de Chema, y de Zuluaga, la mejor de sus sonrisas y seguíamos de largo con nuestro paso devorador, sin perder detalle del entorno y sus simples adornos que sumados hacen maravillas para nuestro deleite. Perros que hacen pereza en las portadas de las fincas y escasamente se percatan de nuestra presencia y otros que endiablados arremeten contra nosotros ladrando y mostrando sus colmillos, pero que retroceden veloces con sólo ver nuestros cayados. Palo que han recibido afirmaba Zuluaga.

Vereda La Balastrera y el paisaje siempre uniforme, como uniforme las piedras sueltas que atormentan las plantas de nuestros pies, pero no nos rendimos ante nada. Arriba el sol casi que en todo su esplendor, pero tolerable, ya que el día parecía hecho para caminantes y que se matizaba con las aguas abundantes y cristalinas de las quebradas a nuestro paso.

Falta que hacen nuestros compañeros ausentes por fuerza mayor: Carlos Alberto Olaya B. y Jorge Iván Londoño M. pero ahí está mi Dios echando sábados para volvernos a reunir.

Bote corriente que no nos falta, cambie de tema, revuelva con la sana discusión que nos asiste, el sano regaño que nos une y vuelva pasos atrás para retomar un tema interrumpido. Doce y tres minutos del día y Zuluaguita manda a quitar gorras para entonar el Ave María y seguir nuestro camino, adobado con agua fresca, granadillas y mandarinas, viandas que compartimos con La Milagrosa y el Padre Calixto quienes van bien acomodados en nuestro morrales.

Vereda La Quebradona, sin lugar a dudas en ella nace la quebrada del mismo nombre, que tuvimos oportunidad de conocer en nuestra anterior caminata por La Estación Sofía; rica en aguas y con una corriente fantástica, lo cual puede dar origen a su nombre, es decir, sólo le falta un arroyito para ser graduada de río.

Guayabos, sietecueros, liberales, maderables, tomate de árbol, naranjos y limonares adornaban en forma uniforme el camino y embadurnaban el paisaje, para seguir tragando camino casi siempre en descenso, ya que sólo algunos repechos pequeños habíamos encontrado en el trayecto.

Un aviso tremendamente oxidado y casi ilegible, daba la “bienvenida” al Municipio de San Roque, en plena vereda Santa Bárbara, donde seriamos caminantes, visitantes y turistas. Fundado en 1880 bajo el nombre de El Barcino, perteneció a la localidad de nuestra Señora de Los Remedios, dependió de Santo Domingo y en 1884 fue elevado a la categoría de municipio.

Tiene una extensión de 441 Km2, en los cuales se acomodan “los unos encima de las otras”, unos 23mil habitantes, quienes disfrutan de una agradable temperatura promedio de 21ºC a una altura de 1.475 m.s.n.m. y separados de Medellín por 108 kilómetros de “buena” vía que se recorre en tres horitas.

San Roque, como ya se dijo es llamado “Embrujo de Aguas Cristalinas” y es que cuenta con el embalse de Jaguas, la Cascada Providencia, Planta la Rebusca, Río guacas Abajo, Baños Santa Rosita, Alto del salvador y… ¡San Roque a la vista! Exclamo Zuluaga como siempre, ya que tiene el palito para descubrir las culebras en el camino y los pueblos a nuestras llegadas.

Efectivamente, en un recodo del camino y a distancia escasa, pudimos observar como sobresalía por encima de un pequeño barranco, el agudo minarete de la iglesia del pueblo. ¿Cómo? Ya se nos acabaron los veintidós kilómetros. Ni nosotros mismos lo creíamos, ya que el tiempo empleado estaba muy por debajo del presupuestado.

L a piedra suelta fue desapareciendo de nuestros pies, las casitas aumentaban a lado y lado del camino y cuando menos lo pensamos, estábamos en la entrada principal del pueblo. Una calle larga y encementada, con grietas y remiendos sobre los remiendos, donde los vecinos del lugar nos brindaban su saludo entre admirados y desconfiados.

En medio de casas añejas y bien tenidas fuimos avanzando y a cada paso el bullicio llegaba a nuestros oídos, mezcla de bulla y música lo que nos fue guiando hasta el parque principal. Con razón estaban en las Fiestas de la Cordialidad y del Retorno. El gentío era inmenso. Vallas de “Anfitrión” por todas partes (país de borrachitos), toldos y carpas, fritangas, alegría y bulla.

Qué bonito el Municipio de San Roque. Su parque amplio, arborizado, rodeado de casas hermosas con sus balcones y su colorido y comercio abundante. Arborizado, con su fuente en el medio y al fondo, majestuosa e inmensa y construida en ladrillo se dejaba ver la Iglesia e San Roque medio tapada por la arborización, lo cual impidió a nuestro fotógrafo unas fotos al gusto de su ojo. Un detalle para resaltar y como cosa curiosa: El reloj de la iglesia estaba funcionando perfectamente.

Dirigimos nuestros pasos hacia la casa de Dios. Hermosa y encantadora. Sus naves y altares toda una obra de arte, su techo alto cruzado por cerchas tipo espina de pescado, en madera y muy similares a la iglesia de Yolombó; más pequeñas pero más altas y no exageramos si decimos que tiene su parecido con la Metropolitana de Medellín. En su interior la gente, especialmente jóvenes, laboraban sin descanso organizando bancas, pendones, y adornos, ya que enseguida, se celebraría una misa de sanación, posiblemente para “pedir por los pecadores que afuera se revolcaban en medio del licor y del olvido”, como podrían pensar muchos.

Foto va, foto viene. Comentario va y comentario viene…Que caminata tan linda y que pueblo tan bonito y chévere. Salimos al parque en medio de la gente y observamos los carros (equipos) de Teleantioquia, ya que con motivo de las fiestas se estaba filmando un musical y el programa “Venga a mi Pueblo”.

En una de tantas carpas, detuvimos nuestros pasos y tomamos asiento, además de alguna cosita para calmar la sed. Hicimos un recorrido por el pueblo y gracia nos causo el saber, que una de las calles, atestada de gente a lado y lado, la estaban encerrado con manilas, ya que en pocos minutos se haría una carrera de marranos, es decir, se preparaba el marranódromo y selle sus formularios del 5 y 6. Estos paisa carajo, pensé para mis adentros, mientras recordaba el burródromo en las fiestas septembrinas en la U.P.B. de Medellín, años ha…

Pasamos a la Flota para garantizar pasaje de regreso. Lo compramos para las 3 pm. y apenas eran algo así como la 1:35 pm. Dimos un vueltón, admiramos las casas y obviamente entramos a conocer la muy hermosa casa de la cultura Julio Valencia Medina, artista empírico natural de San Roque, quien se distinguió por su amor al arte y a la cultura, siendo gran impulsador del mismo en el pueblo.

Afuera nuevamente, nos dirigimos al parque, que como cosa rara no tiene un monumento a Bolívar o a otro pro hombre, ya que todo parece indicar está guardando el espacio para en un futuro cercano, hacer el del Presidente Uribe.

Pedimos referencia sobre un buen restaurante y nos recomendaron uno especializado en pollo. Para allá nos dirigimos y estaba vacío. Tomamos asiento en unas mesas a manera de tablón con unas sillas duras, altas e incómodas y en un momento estaba el establecimiento lleno. Que espalda tenemos Los Caminantes, pero nada que nos atendían, por lo cual recogimos nuestros cayados y morrales, sacudimos el polvo de nuestro calzado y buscamos la lata en otro restaurante ahí en el parque.

Allí, atendidos por dos hermosas chicas, disfrutamos de unos buenos platos de sopa con carne molida, arroz, papitas a la francesa y arepa y bebida sal gusto. Hablado de chicas, no dejaron gratamente impresionados las mujeres de San Roque. Que cosecha y que bellezas.

Igualmente nos llamó la atención la gran cantidad de motos o motocicletas existentes en el pueblo. Nunca habíamos visto otro con tal cantidad de esos vehículos, muchos manejados por lindas jovencitas que parecían salidas de un afiche publicitario.

Terminamos de almorzar y ya se había acabado la carrera de marranos y estaban desbaratando el marranódromo . Ni siquiera nos preocupamos por conocer el resultado de las quinielas y salimos para la flota a tomar el bus, pero su rastro estaba frío. Según nos dijo Blanca, la amable administradora además de excelente guía de turismo, tendríamos que ir casi dos cuadras abajo donde estaba esperando, ya que el gentío impedía su paso.

Así fue. Con un dejo de nostalgia y convencidos de que tenemos que volver a San Roque, ante la bonita experiencia, la hermosa caminata y la belleza del pueblo. Eran las 3:05 pm. cuando la buseta inició su rodar hacia Medellín, vía Cisneros, recorrido que hizo hasta dicho Municipio sin parar y siguió derecho.

En el camino, el cual contaba con la presencia de nuestro Glorioso Ejército Nacional, cuidando y protegiendo a los ciudadanos de bien y garantizando la paz, hicimos mil planes y conjeturas para futuras caminatas por la región.

Al paso por el corregimiento de Santiago, perteneciente a Santo Domingo y donde duerme su sueño intranquilo, el Túnel de la Quiebra, con sus 3.472 metros de inútil extensión ante la carencia del cha cha cha cha del tren, nos extrañó el color de la iglesia de la torre. Está pintado como de un azul cuasi violeta, ya que le están cambiando el amarillo vital que hace rato luce, no obstante me enteré que el trabajo quedó interrumpido, dado que a los pintores, señores del lugar, les pagan a dos mil pesos el día…y ni por el chiras se le miden a esa labor por tan “escandalosa” suma.

Que día y que tarde, que caminata. Que viaje por esa excelente carretera y a muy buen paso. Las ventanillas del bus, fueron ese espacio que le permitieron a Chema hacer del recorrido una pasarela ,para lograr sus fotos, llenas de calidad y hermosura, por la que desfilaba el paisaje de la mano del sol que poco a poco y en medio de un manto rojizo se escondía entre los picos de la cordillera.

Nuestra alegría fue tronchada por la llamada inesperada de nuestra querida amiga, la columnista estrella de EL COLOMBIANO (POR ENCIMITA), Doña ElbaCé Restrepo G. informando sobre la enfermedad de nuestro decano, amigo, maestro, contertulio y ejemplo de vida: Luis Fernando Múnera López, como ya se dijo al inicio de esta crónica y quien vibra con todo lo bello y que con seguridad lo hará cuando recupere su salud, porque Dios es grande y misericordioso. Para Luis Fernando es todo este hermoso recorrido de dromómanos enamorados de la naturaleza, que s recogimos todo lo hecho, visto y vivido en nuestra caminata número 192 para plasmarlo en UN LIENZO DE SIETECUEROS Y BELLEZA.

Hasta la próxima con el Superior Permiso.

Juan Fernando Echeverri Calle (Juanfer)

Vea más fotos en:
http://picasaweb.google.com/sietenpunto/SantoDomingoSanRoque#

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Juanfer, hermosa cronica y mas aun habiendola dedicado a nuestro querido Luisito.
Me recordaste su pasada opinion en El Mundo, en el parrafo donde dices: Caminantes, visitantes y turistas.
Esperemos en Dios y pronto Luisito pueda disfrutar leyendo esta cronica, tan especial como bella.

Hermosisimas fotografias Chemita, quede con el deseo inmenso de visitar tan bello Embrujo de Aguas Cristalinas.

Abrazos.

Conejita.

Anónimo dijo...

Juanfer,Tu homenaje a LuisMú refleja muy bien la afectuosa actitud que tienes hacia las personas y la amistad la manejas con absoluta sinceridad y así debe ser.Me adhiero a tu petición.
RUMU.

Anónimo dijo...

Como Dios es inmensamente misericordiosos y escucha cuando se le pide con fe, queremos informar a todos los amigos que frecuentan este blog y dejan sus mensajes, que el Maestro Luis Fernando Múnera,quien ya ha hecho caminadas con Los Caminante sTodo Terreno, se encuentra muy recuperado de su salud y disfritando en su hogar al lado de su esposa e hijas. ¡Gloria a Dios!
LA ORACION

Anónimo dijo...

Queridos amigos Caminantes Todoterreno: Por razones que ustedes entienden sin yo darlas, no había entrado al blog. ¡Siquiera lo hago ahora y no antes, cunado estaba más aporriado! ¡No hubiera resistido la emoción! La generosidad de ustedes no tiene límites, guardaré esta página de Juanfer, hecha a nombre de todos, como un regalo invaluable. Tampoco conozco San Roque y quedo antojado de ir a vivir las bellezas naturales y humanas que narra la crónica. Un abrazo agradecido. Luis Fernando Múnera L.

Anónimo dijo...

Los Caminantes Todo Terreno deseamos a nuestros amigos un año 2010 repleto de cosas bellas, hermosas y éxitos por montones, en unión con sus familias.
"QUIEN ENCUENTRA UN AMIGO ENCUENTRA UN TESORO"...PERO QUIEN RECUPERA UN AMIGO, VE Y COMPRENDE LA GRANDEZA DE DIOS.

Anónimo dijo...

Gracias, mis queridos Caminantes Todo Terreno por tan hermosos deseos para quienes cada semana esperamos con especial cariño leer la cronica correspondiente a la caminata y las fotografias fieles testigos de la belleza de nuestra preciosa tierra.
Para ustedes y sus seres queridos un deseo de todo corazon de esta Conejita que los adora, que en el 2010 las bendiciones divinas jamas dejen de visitar sus hogares y en sus vidas siempre la felicidad este presente.
Gracias doy a Dios porque este 2009 me dejo la dicha infinita de poder abrazarlos y caminar paso a paso con ustedes, gracias por su cariño para esta Conejita que desde el primer dia que supo de ustedes los acomodo en la madriguera de su corazon.

Los quiero mucho.

Conejita y orgulloza Caminante Honoraria de los Caminantes Todo Terreno.

Anónimo dijo...

Gracias, mis queridos Caminantes Todo Terreno por tan hermosos deseos para quienes cada semana esperamos con especial cariño leer la cronica correspondiente a la caminata y las fotografias fieles testigos de la belleza de nuestra preciosa tierra.
Para ustedes y sus seres queridos un deseo de todo corazon de esta Conejita que los adora, que en el 2010 las bendiciones divinas jamas dejen de visitar sus hogares y en sus vidas siempre la felicidad este presente.
Gracias doy a Dios porque este 2009 me dejo la dicha infinita de poder abrazarlos y caminar paso a paso con ustedes, gracias por su cariño para esta Conejita que desde el primer dia que supo de ustedes los acomodo en la madriguera de su corazon.

Los quiero mucho.

Conejita y orgulloza Caminante Honoraria de los Caminantes Todo Terreno.

Anónimo dijo...

Qué hermoso mensaje para un amigo, una crónica de viaje muy significativa.

Anónimo dijo...

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar", pero cuando el camino no se recorre se pierde la senda marcada, se desanda lo andado y se pierde lo ganado.

Anónimo dijo...

- ¡Oh vosotros, que libres de toda pena, y no sé por qué causa, os hallais en el mundo de la aflicción!: contemplad el infortunio de maese Adán. Todo cuanto anhelé en la vida lo tuve, y ahora, ¡infeliz de mí! sólo deseo una gota de agua.-

ALVEYROARANGO dijo...

HACE YA UN TIEMPO QUE VEO LAS CAMINATAS DE LOS CAMINANTES TODO TERRENO Y NO SABEN LA ENVIDIA DE LA BUENA QUE ME DA NO PODER ESTAR CON ESOS CAMINANTES TODO TERRENO, CONOZCO POR CORREO A GLORIA MUÑOZ (LA COME ZANAHORIAS), A JUAN FERNANDO ECHEVERRI, MI GRAN AMIGO VIRTUAL,ME RECUERDA ALGO DE MI INFANCIA CUANDO IBAMOS EN LOS PASEOS DE OLLA AL MORRO QUITASOL EN BELLO, A LA QUEBARADA LA PIEDRA ANCHA, A LOS BAILADEROS DE GUACIMAL Y A ROBAR MANGOS A SALENTO, QUISIERA CONOCERLOS PERSONALMENTE A GLORIA,A LUIS FERNANDO ZULUAGA, A JUAN FERNANDO ECHEVERRI, A CALOS OLAYA Y A JOSE M. RUIZ, COMO TAMBIEN A ELBACE. GRACIAS A TODOS USTEDES POR RECREAR MI VISTA DE LA BELLAS MONTAÑAS DE MI ANTIOQUIA, MIL MIL Y MIL GRACIAS ALGUN DIA LO HARE CON USTEDES, PALABRA DE GALLERO. UN FUERTE ABRAZO A TODOS. ALVEYRO ARANGO . BARRANQUILLA 3559888, alveyroarango@msn.com. calle 79B # 74A - 120.

Anónimo dijo...

Alveyro: Cuando vuelvas de paso por tu Antioquia del alma, no olvide sechar en tus alforjas los tenis, el zurriago, el poncho, el sombrero, la mulera y tu pantalón de dril, ya que estás invitado a caminar con nosotros.

Anónimo dijo...

Alveyro: Cuando vuelvas de visita a tu Antioquia del alma, no olvidesa echar en tus alforjas tus tenis, tu sombrero, mulera, poncho, carriel y cayado, para que te unas a alguna de nuestras caminadas.
Bienvenido siempre estimado amigo,
Juanfer
Tel 2536905 Medellín. No me preguntes por el "celubobo" que eso riñe con los caminos y con la tranquilidad del alma.