Caminata El Santuario - El Peñol

Banca trasera llena

Tuvieron que pasar nueve meses para darse el parto, natural obviamente, del cupo completo de los Todo Terreno, cuyos cinco integrantes cabemos precisos en la banca trasera de cualquier buseta intermunicipal o de la capilla de monasterio benedictino. En efecto, desde aquel sábado 20 de junio de 2009, cuando intentamos hacer la caminata Belmira – Santa Rosa de Osos, la cual por problemas con el mapa satelital terminamos en la vereda El Filo (Entrerrios) no nos juntábamos los Echeverri, Zuluaga, Olaya, Ruiz y Londoño; encuentro que tuvo lugar en la Terminal del norte, amenizado, como siempre, por un trió de buñuelotes partidos milimétricamente en mitades por Kelly Johana, adornadas con cafecito en leche.


A las siete prendió motores la 643, moderna buseta de Trans Oriente, con rumbo al municipio de El Santuario, feudo de Zuluagas, Gómez, Sernas y Duques, y en donde nació el humor de Montecristo y murió el valor de Córdova.

Que Pena con la Madre Naturaleza


Al son de ocho campanadas llegamos a la plaza mayor José María Córdova, la cual fue arrasada para darle paso a la modernidad. Remodelación que por lo visto se hace con la misma lentitud con la que se fríen los buñuelos santuarianos, esos que por su receta secreta duran frescos una eternidad.

Del viejo parque no se salvaron ni las dos imponentes y casi centenarias araucarias que en cada atardecer reflejaban sus cuitas contra la fachada de la iglesia. Con dolor ecológico y apenados con la madre naturaleza, así se argumente que por lo avanzado de su edad representaban un peligro para los parroquianos que veían pasar la vida debajo de su caprichosa sombra, entramos a la iglesia parroquial Nuestra Señora de Chiquinquirá, para alcanzar a escuchar alguito del evangelio de la misa que a esa hora se celebraba y para reforzar con un Padre Nuestro nuestra petición de protección para esta caminata, más algunas ñapas

En El Palermo


Caminando por las estrechas aceras, que para ajustar están limitadas por un plástico verde que hace las veces de telón para tapar el arboricidio, llegamos al restaurante Palermo para asistir al rito del pedido del desayuno, el cual hacemos con puntos y comas, apoyado en el gusto de cada personaje. Veamos: Luisfer exige que los huevos sean revueltos con aliños, pero eso si, bien mojaditos, so pena de devolverlos en caso contrario. Josema solamente pide arepa, quesito y los mismos huevos de Luisfer pero sin importar el término. Carlos carga la misma lista de Josema pero sin huevos, pero cuando la niña le pregunta ¿el suyo es con huevos? él piensa cinco segundos y le responde, “Ta´bien” y como ella le da tiro él le agrega: ah, y me encima unos pancitos, pero para todos, porfa. Juanfer pide de todo y luego saca de la mochila un radicado firmado por el inspector de policía del pueblo de turno, en el cual se ordena “a quien corresponda” que el chocolate se lo traigan tibio, orden que siempre se pasan por la faja, por lo que sábado a sábado se lo tienen que “chorriar”. Yo me le apunto a una carnita de cerdo con porción de arroz y arepita. Todo lo anterior acompañado con chocolates que en el 999% de los casos vienen derramados en el platico.

Los Voltiarepas

Terminado el preparito, salimos a la calle. Yo cogí a la izquierda para tomar la ruta que nos llevaría a El Carmen de Viboral, que era la caminata planeada, pero otros dijeron que era por la derecha, por lo que les dije que por ahí se iba para El Peñol, ante lo cual Josema dijo que él no había hecho esa caminata y que prefería esa a la del Carmen. Así que por cinco votos contra cero cambiamos de ruta y nos fuimos para El Peñol. ¡Que carajos!

Bombones en fila


En la primera tienda me compre una bolsa de bombones, la misma que a las dos cuadras tuve que inaugurar para repartirles a varios niños, a quienes Juanfer hizo poner en fila para que desde chiquitos aprendan a ser ordenados. Una cuadra mas adelante una de las niñas que hacían parte del grupo me alcanzó y me dijo: “don, es que usted le dio dos bombones al mellizo” yo le respondí que no había problema, pero ella insistía y yo también. Al final me dijo, ¿me cambia este verde por uno rojo? Y le respondí: no te lo cambio, te doy otro rojo para que también quedes con dos bombones como el mellizo. Traigo a colación esta sencilla anécdota, para significar las muchas que se originan alrededor de la entrega de los bombones. Por ejemplo, un kilómetro más adelante el papa de tres niños me dijo que tenía 27 hijos, o sea que quería 27 bombones. Pues si señores, luego de darle una lección frente a dos sus hijos lo encargué para que le entregara dos bombones en la finca vecina, y a fe que creo que lo hizo.

Vereda La Bodega


Los primeros kilómetros se hacen por la vereda La Bodega, por una carretera veredal en aceptables condiciones. Rodeada por fincas en las que predominan los sembrados de legumbres y hortalizas, lo que convierte a la región en una deliciosa sopa de verduras acompañada por ensalada, de la que resaltan la zanahoria y la remolacha, cuyo cultivo abunda por estas tierras. El sol obliga a la embadurnada de rigor y un hermoso altar donde se venera la imagen de María Auxiliadora me arranca de un tajo un solitario avemaría por la salud de mis viejos.

El cuerpo del Delito


De lejos se asemejan a cualquier cosa menos lo que es. En efecto, en un recodo del camino encontramos las enormes raíces de aquellas que fueron el orgullo del pueblo, sus araucarias. Allí estaban como se dice “tiradas sobre la sucia carretera”. Hasta el tiempo se está encargando de consolarlas con el retoño de otras matas sobre sus lomos. Bueno, como no hay mal que por bien no venga, esperamos que en el nuevo parque siembren no dos, sino muchos árboles como homenaje a estos que ofrendaron sus vidas en pro del modernismo y como defensa de la cabeza de uno que otro santuariano, para creer en las causas del arboricidio.

Acuarelas


Estos paisajes del oriente son verdaderas acuarelas de sembrados, de surcos con formas caprichosas que esperan pacientes por la siembra, de camiones de escalera que con paso lento y motor con vozarrón de JuanCé movilizan a nuestros campesinos y a sus productos. De pedazos de tapias que se resisten a caer y que dan forma a esculturas sin nombre, de sencillas casas campesinas pero que parecen castillos medievales con sus generosos jardines florecidos, de los riachuelos que a pesar del verano siguen con su hilo de cristalinas aguas, de los amables campesinos siempre con sus “buenos días” a flor de labios, de exuberantes bosques, de paisajes que llenan el espíritu de aleluyas. Toda esta exposición la admiramos a paso lento, cuidando de no pasar por alto detalles como la cogida de la mora silvestre, la guayaba madura o de no pisar el ciempiés que se nos cruza sin importarle el número que calzan nuestras botas

Embalse a la Vista


A dos horas largas de caminata, al salir de una desprevenida curva, quedamos a merced de uno de los paisajes más maravillosos de todas nuestras caminatas, el embalse de Guatapé y la piedra de El Peñól. ¡Que espectáculo!


El brindis para celebrar lo visto se hizo con jugo de carambolo llevado por El Lobato (receta secreta) a cambio de su tradicional guandolo, cambio que fue muy bien recibido por los comensales y que refrescó las sedientas gargantas fruto de un medio día caluroso que además nos invitó al rezo del Ángelus con devoción y respeto.


Además de los cultivos citados en la primera parte, a este segundo tiempo hay que agregarle los de café, mora de castilla, tomate de árbol y aguacate, éste último en cantidad apreciable que lo proyecta como uno de los principales productos de comercialización interna y de exportación.


La hora y pico que demora la bajada, no muy pronunciada, se hace jugando escondidijos con la piedra la cual se nos pierde por momentos para luego aparecer en diferentes direcciones. Además de descansada, esta bajada tiene como atractivo el paisaje formado por fincas de descanso, bosques de pinos y varias quebradas que desembocan en el embalse.

El Peñol


Con un solo cucu del reloj se anunció la llegada de los Todo Terreno al nuevo municipio de El Peñol que arriba a los cuarenta años de edad. Son 20 mil los peñolenses que se acomodan en una confortable área. El moderno hospital nos da la bienvenida, luego siguen el parque, la iglesia y el atrio parroquial en la lista de los lugares visitados.


Para el almuerzo elegimos el restaurante Las Peñas (recomendado) con buena atención, así el pantalón de Juanfer haya salido salpicado de sopa, una comida excelente que mereció el clik para la respectiva una foto y de sobre mesa una música que la envidiarían en radio Reloj o radio Cristal.

Pá Medallo

A las 3 de la tarde arrancó la vieja buseta, mas estrecha que bluyín de travesti y con un demoledor ruido interno del motor. Hora y media duró la penitencia hasta la terminal del Norte, que como buena mamá nos despide en la mañana y nos recibe en la tarde.

Un grupo de trovadores amenizaba la tarde, por lo que Carlos aprovecho para hacer varias tomas con su filmadora, lo que llamó la atención de los vigilantes, quienes de inmediato montaron un operativo relámpago al mejor estilo de la DEA, y con la ayuda de los radioteléfonos ubicaron al posible terrorista, quien fue interceptado por el patrullero Palacio a la entrada del puente peatonal que conduce a la estación del Metro, quien de inmediato preguntó cual era el propósito de las fotografías. Obviamente el resto del grupo intervenimos para explicar quienes éramos y cuales era los motivos. En ese momento llegó un gigante de la empresa de vigilancia (1,56 mts) a reforzar la pregunta de Palacio, pero bueno, ya todo estaba aclarado. Esto sucedía mientras los cosquilleros, raponeros, ladrones, vendedores de bazuco, extorsionistas y proxenetas hacían su honorable trabajo bajo las máximas condiciones de seguridad y comodidad. Cabe destacar que, gracias a la Milagrosa, ni Palacio ni el gigante sabían con quienes se iban a enfrentar en caso de pedir decomiso del material fílmico. ¡Ay Dios!

Hasta la próxima

Jorge Iván Londoño Maya

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Antes que todo, gracias a mis caminantes por haber logrado reunirse y darnos el gusto de poder disfrutarlos nuevamente en grupo completo por los caminos de nuestra tierra.
Gran sorpresa con la restauracion del parque principal de Rionegro, seguramente lo moderno y acogedor estaran presente, esperemos y las Araucarias sean reemplazadas bondadosamente por hermosos arboles y jardines.
Lobatico, tus cronicas como siempre muy encarretadoras y amenas. Lo mejor, nos salvamos los lectores de que les hubieran decomizado la pelicula y fotografias.

Los quiero y abracitos lanuditos que no les falten.

Conejita.

Anónimo dijo...

Si vieron como fui a dar en el comentario al parque de Rionegro, me les desvie del camino, jajajaja, la emocion de leer la cronica, pero perderse y encontrarse se vale, jejejeje.

Conejita.

Anónimo dijo...

Amigos Todo Terreno: Deliciosa esta crónica del querido Lobato sobre la caminata El Santuario-El Peñol. Además de la delicia de los paisajes y vivencias, trae varios detalles que hacen pensar: la repartición de los dulces, cargada de mensajes de ética y cariño; el inexplicable arboricidio de la plaza por una pretendida modernidad; la curiosa reacción de los vigilantes ante la toma limpia de las imágenes por Olayita. Gracias por compartir.

Luis Fernando Múnera L.

Anónimo dijo...

Video y crónica,ésto ya está para alquilar balcón.Bién por el encuentro de los 5 caminantes.
RUMU

Anónimo dijo...

Muchachos, insisto que esas caminadas de ustedes son un golpe duro para los que no podemos acompanarlos, especialmente al ver esos platillos. Casi me como la pantalla del computador. Los felicito y les envidio por esas deliciosas caminatas.
KALMA

Anónimo dijo...

Los hechos se han sucedido, se suceden y se sucerán, pero si no hubiese sido por esos punzones, esos buriles, esas plumas y esos teclados que la modernidad hace evolucionar para plasmarlos, con genios como El cronista Lobato, no conocerìamos nuestras raíces ni nuestro otrora.
Que ese arboricido cometido en El Santuario no se quede así. Mínimo tiene que haber un repudio ciudadano para esos criminales.
JEALBO

Anónimo dijo...

A todos los amigos y lectores del blog, que tengan cuidado con un viejito ochenton, loco y peligroso que vive en Neiva "York", al cual lo está matando el resentimiento y el desamor contra las cosas hermoss y bellas de la vida, esas que nunca ha podido disfrutar, ya que la envidia y la frustración no lo dejan. Si lo ve, ignórelo y alejese de él, ya que es el demonio en persona.
UN PAISA

JuanCé dijo...

Sigan como van, caminando y disfrutando de esas comiditas; resulta tentador acompañrlos; lástima no poder hacerlo.
Las crónicas son excelentes.

www.relaxsansebastian.com dijo...

Hola me gusta mucho tu pagina, espero que sigas posteando.